miércoles, 18 de mayo de 2016

AMÉRICA DEL SUR

América del Sur fue uno de los continentes emergentes en el siglo XX. Esta parte del mundo tuvo un fuerte desarrollo tanto económico como sociocultural. Pasaron de disponer sistemas políticos dictatoriales a democráticos. Esto sucede mayormente por el crecimiento de los sentimientos de rechazo a los Estados Unidos, debido a su gran influencia en estos países. En 1970, solo había 5 países democráticos y, a partir de entonces, empezó el crecimiento de la democracia que deseaba no depender de ningún otro país. El desarrollo económico creció a medida que los gobiernos iban asentándose. Su economía estaba basada en exportaciones agrícolas y mineras. En el ámbito de los derechos humanos, en cambio, no todos los países disponían de una situación estable. En países como Colombia y Argentina había injusticias y conflictos en los que no se respetaban los derechos del pueblo. Además, había una diferencia entre las diferentes clases sociales.
Todo esto va unido a la situación en Europa, un continente el cual iba decayendo por la primera y Segunda Guerra Mundial al igual que por la crisis emergente. Estos hechos, junto al desastre del 98 español, hicieron que muchos escritores latinoamericanos se trasladarán a Europa para poder reflejar la situación global.
América del Sur fue la cuna del modernismo, que más tarde, autores como Julio Cortázar, Rubén Darío o Gabriel García Márquez, lo trasladaron a Europa. Al mismo tiempo, las vanguardias también tuvieron influencia en la literatura latinoamericana, renovando estilos y aportando otros puntos de vista.
En conclusión, la literatura latinoamericana del siglo XX aportó renovaciones y nuevos estilos al panorama de literatura global, la cual fue fundamental para poder desarrollar diferentes movimientos en el futuro.
RUBÉN DARÍO - NICARAGUA
Dentro de los escritores más importantes de la literatura del siglo XX en América del Sur destaca Rubén Darío porque fue quien llevó el modernismo a España. Como bien citan diferentes fuentes de información como la tesis de Rafael Gutiérrez (http://cvc.cervantes.es/Ensenanza/biblioteca_ele/aepe/pdf/boletin_28_15_83/boletin_28_15_83_14.pdf), este escritor de Nicaragua vivió diferentes realidades en diferentes países. Gracias a ello, consiguió una visión global y variada de la situación social y de las técnicas literarias.
Rubén Darío vivió entre 1867 y 1916, fechas en las que el mundo sufrió muchos cambios. En el año 1867, en Nicaragua aún estaba vigente la Constitución del 58, establecida después de una inflexible dictadura estadounidense. Esta duró hasta 1893, con lo cual Darío no vivió durante su juventud ningún atentado contra los Derechos Humanos. La situación, políticamente hablando, en su infancia era calmada ya que el gobierno estaba asentado. No obstante, como necesitaban crecer económicamente, la situación social dejaba mucho que desear porque.
El escritor estuvo entre 1886 y 1889 en Chile, donde, durante estos años, el presidente del país era José Manuel Balmaceda, quien mejoró mucho las comunicaciones, la instrucción pública y el sistema fiscal a favor de las clases bajas. El país iba viento en popa. Una vez más el escritor vivió cómodamente el desarrollo del país.
Entre 1889 y 1892, el poeta modernista por excelencia viajó a Argentina, país en grave crisis económica, con una clase media inquieta y una población preocupada liderada por Leandro N. Alem en una rebelión contra el entonces presidente de Argentina, Juárez Celmán. A pesar de su fracaso, este hecho provocó la caída del gobierno. La situación en esos momentos era incierta y agitada: las ideas no estaban claras entre el pueblo y el gobierno.
El poeta fue a España en 1898 para hacer un reportaje sobre la visión de los españoles respecto al desastre del 98 -la pérdida de las colonias-. Por lo tanto, durante este período, su obra obtuvo una cierta preocupación por la sociedad de su tiempo y dejó de ser tan idealista. Pero viendo el descontento español acerca de la pérdida de Puerto Rico, Cuba y Filipinas, escribió sobre ello, dejando por un tiempo de lado sus hadas, princesas, reyes y cisnes de fantasía, para adoptar un estilo más noventayochista.
Rubén Darío fue quien extendió el modernismo llevándolo a España y creando allí la cuna de modernistas. Esto ocurrió gracias a la capacidad que tenían los artistas y escritores de la época para reflejar la sociedad y criticarla mediante la expresión personal. En España se creó una generación, la generación del 98, que hacía uso de la lengua para evadirse del mundo (la crisis, situación política…).
En 1905 le nombraron embajador de Nicaragua en Francia, donde estuvo hasta su muerte en 1916. Durante este período de tiempo, la sociedad francesa estaba aún muy dividida. Por un lado existía una burguesía acomodada y rica. Por otro lado, un proletariado marginal, pobre y con condiciones de vida infrahumanas.
Como bien dicen los apuntes de la junta de Galicia sobre el modernismo (http://www.edu.xunta.es/centros/iesastelleiras/?q=system/files/EL+MODERNISMO.pdf), Rubén Darío fue el máximo representante del modernismo.
Su poesía integra influencias que a primera vista son incompatibles aunque para él, el arte es una “armonía de caprichos”. Es sorprendente cómo conseguía fusionar ideas y técnicas de anteriores escritores.
El modernismo se define por la búsqueda de la belleza, es decir, se enfrentan al realismo todavía impuesto en el ámbito literario que hacía reflejo materialista de la época. Por lo tanto, los modernistas quisieron hacer frente al realismo creando un mundo ideal lleno de belleza y fantasía.
Sentían rechazo por la sociedad, soledad y sensación de no plenitud. Por ello, manifestaron su tristeza y rebeldía. Además, no se sentían satisfechos del mundo en el que vivían. Debido a la crisis, situación política y social, decidían evadirse en el tiempo y espacio hacia diferentes épocas previas, refugiándose en mundos exóticos. Otro tema tratado en el modernismo era el del amor. Por una parte, representaban un amor delicado, pero, por otro lado, un erotismo desenfrenado.
Analizando la biografía de Rubén Darío y uniéndolo con los hechos históricos, vemos que, aunque la situación vivida en los primeros años de su vida era cómoda, un país en desarrollo con vistas a mejorar mucho en el futuro, el desastre del 98 de España marcó mucho a Rubén Darío. Muestra de ello es su obra “Prosas profanas” en la que culmina el modernismo e introduce temas españoles. Asimismo, este escritor de Nicaragua consiguió que el modernismo, sus ideas de evasión y la belleza a través del lenguaje, quedarán entre los escritores artistas españoles.
PABLO NERUDA - CHILE
Cuando hablamos de Pablo Neruda tratamos sobre un poeta de la generación del 27. Gracias a la fuente de información (http://www.biografiasyvidas.com/monografia/neruda/), Neruda se sintió durante toda su vida profundamente enraizado en su tierra chilena pese a haber llevado una existencia de viajero incansable. Fue un poeta Chileno considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo entre sus múltiples reconocimientos, los cuales destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford. El famoso crítico literario Harold Bloom considera a Neruda como uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos. Además de todo esto, este autor fue embajador de Francia.
A través de la siguiente fuente de información (http://www.americas-fr.com/es/historia/chile.html), podemos ver como Pablo Neruda ejerció durante un año en Colombo y años más tarde, en 1929, fue trasladado a Singapur. Su inquietud por las culturas indostaníes y su política lo llevó a asistir al Congreso Panhindú, celebrado en Calcuta en 1929.
La Guerra Civil española concluyó en 1939 con la derrota de los republicanos. Neruda solicitó y obtuvo el nombramiento de cónsul para la inmigración española. Con la idea de ayudar en lo posible a los derrotados, viajó a París y, desde allí, organizó una expedición de españoles a bordo del vapor Winnipeg que llegó a Valparaíso a finales de año. El poeta regresó de nuevo a Chile en 1940, cuando ya había comenzado la Segunda Guerra Mundial. Permaneció poco tiempo en su país, por lo tanto, en agosto se incorporó a un nuevo destino diplomático, el consulado general de Chile en México y en 1942 publicó “América”.
En el año 1971, Pablo Neruda se convirtió en el tercer escritor latinoamericano y en el segundo chileno que obtenía el Premio Nobel de Literatura, pero su encumbramiento literario no le impidió continuar activamente en la defensa de los intereses chilenos. En Barcelona apareció su última obra, la autobiografía “Confieso que he vivido”.
A través de la fuente de información (http://impactoguerracivil.blogspot.com.es/2014/02/pablo-neruda-y-la-generacion-del-27-por.html), podemos ver que la estancia de Pablo Neruda en España fue, sin duda, decisiva en su maduración como poeta y en su trayectoria posterior, en la que se le llegó a identificar como poeta estrechamente comprometido con las reivindicaciones sociales del pueblo hispanoamericano.
Pablo Neruda llega a España como cónsul de Chile, destinado primero a Barcelona y, más tarde, a Madrid. Desde 1927, año en que visitó por primera vez y fugazmente nuestro país, Neruda mantiene contacto con algunas publicaciones como “El Sol” y “la Revista de Occidente” que adelantan algunos de los poemas de su libro todavía inédito “Residencia en la tierra”.
Pablo Neruda fue simbolista en sus comienzos para unirse posteriormente al surrealismo y, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles. En el año 1970 fue designado candidato a la presidencia de Chile por su partido. Al año siguiente recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la Paz.
JULIO CORTÁZAR - ARGENTINA
A la hora de hablar de la literatura del siglo XX en América del Sur no podemos dejar de lado a Julio Cortázar ni a Argentina. En esta página podemos analizar la biografía de Julio Cortázar: (http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cortazar.htm).

Este escritor fue hijo de un funcionario asignado a la embajada argentina en Bélgica. Su nacimiento coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial, por lo que sus padres permanecieron más de lo previsto en Europa. En 1918, a los cuatro años de edad, Julio Cortázar se desplazó con ellos a Argentina.
Su trabajo como traductor de la UNESCO le permitió establecerse definitivamente en la capital francesa. Por entonces, Julio Cortázar ya había publicado en Buenos Aires el poemario “Presencia” con el seudónimo de «Julio Denis», el poema dramático “Los reyes” y la primera de sus series de relatos breves, “Bestiario”, en la que se advierte la profunda influencia de Jorge Luis Borges.
En la década de 1960, Julio Cortázar se convirtió en una de las principales figuras del llamado «boom» de la literatura hispanoamericana y disfrutó del reconocimiento internacional. Su nombre se colocó al mismo nivel que el de los grandes protagonistas del «boom»: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes o el también argentino Jorge Luis Borges, entre otros. A diferencia de su compatriota, Cortázar sumó a su sensibilidad artística su preocupación social: se identificó con las clases marginadas y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas.
En este sentido, su viaje a Cuba en 1962 constituyó una experiencia decisiva en su vida y un radical cambio de actitud que influiría profundamente en su vida y en sus obras. A pesar de su concienciación social y política, en 1970 se desplazó a Chile para asistir a la ceremonia de toma de posesión como presidente de Salvador Allende y, más tarde, a Nicaragua para apoyar al movimiento sandinista. Como personaje público, Julio Cortázar intervino con firmeza en la defensa de los derechos humanos.
Como parte de este compromiso, escribió numerosos artículos y libros, entre ellos “Dossier Chile”: el libro negro sobre los excesos del régimen del general Pinochet y Nicaragua, tan violentamente dulce, testimonio de la lucha sandinista contra la dictadura de Somoza, en el que incluyó el cuento “Apocalipsis en Solentiname” y el poema “Noticias” para viajeros. Tres años antes de morir, adoptó la nacionalidad francesa, aunque sin renunciar a la argentina. Falleció en París el 12 de febrero de 1984.
Dejando de lado a Julio Cortázar, nos adentramos en su país llamado Argentina. Gracias a la siguiente fuente de información, hemos podido analizar la situación de Argentina en el siglo XX: (http://www.argentour.com/es/historia_argentina/siglo_20_argentina.php).
En el comienzo del siglo XX Argentina se convirtió en uno de los países más ricos del mundo y su popularidad había aumentado por la llegada de millones de europeos.
La situación social fue pacífica y estable hasta el golpe militar de 1930. Otro golpe ocurrió en 1943, después del cual Juan Domingo Perón, figura clave en el golpe, surgió como líder del país. Animó el crecimiento de las uniones laborales y aumentó los salarios. En 1946 fue elegido presidente.
Después de una serie de gobiernos militares, se permitió a Perón volver al poder en 1973, pero murió en 1974, dejando a su segunda esposa, Isabel, líder del país. Durante su tiempo de mandato, revolucionarios marxistas llamados “Montoneros” comenzaron una violenta guerrilla, lo cual dio un justificativo para que los militares volvieran a dar otro golpe de estado en 1976. Entonces, una vez que el ejército emprendió su propia “Guerra Sucia” sobre los considerados “subversivos”; miles de ciudadanos fueron asesinados y desaparecidos.
En 1982, se enfrentó el ejército argentino contra el ejército de Gran Bretaña en las islas Malvinas, esa guerra ganaron los ingleses y volvieron a recuperarlas. Con el mandato de Menem la economía de Argentina y el país comenzó a disfrutar de estabilidad política.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ - COLOMBIA
Gracias a Rubén Darío, Hispanoamérica consiguió la independencia literaria al inaugurar la primera corriente poética autóctona llamada el Modernismo. Como bien citan en esta fuente de información (http://www.biografiasyvidas.com/reportaje/garcia_marquez/), un nuevo escritor siguió el camino de Rubén Darío. Gabriel García Márquez situó la narrativa hispanoamericana en la primera línea de la literatura mundial con su propia publicación titulada “Cien años de soledad” en el año 1967. Su obra fue fruto de una tendencia artística y literaria llamada “Realismo mágico”. Gabriel García Márquez vivió en Colombia durante muchos años. Gracias a todo lo que experimentó en diferentes situaciones de aquel país, pudo representar en sus obras una visión global y social de Colombia.
Vivió entre 1927 y 2014, fechas en las que en Colombia hubo muchísimos cambios, tanto sociales como políticos. Antes de que naciera, en Colombia continuaba la república conservadora (1886-1930). Gracias a la siguiente fuente de información (http://tustareasdesociales.over-blog.es/article-hechos-del-siglo-xx-en-colombia-110409063.html), sabemos que Colombia en aquella época se separó de Panamá, lo cual creó varios procesos de cambio socioeconómicos. Años más tarde, (1930-1946) se asentó la República liberal, en la cual se destaca la aparición del movimiento gaitanista, es decir, un movimiento popular de gran importancia por la fuerza que alcanzó entre 1930 y 1948.
En realidad, Gabriel García Márquez es conocido como el maestro del realismo mágico. El realismo mágico fue movimiento literario que surge en Latinoamérica a mediados del siglo XX. Principalmente se desarrolló en las décadas de los 60 y 70. Este subgénero fue creado por el guatemalteco, Miguel Ángel Asturias y el colombiano Gabriel García Márquez.
El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica. Su finalidad es expresar las emociones y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.
Una de las obras más representativas de este estilo es “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Además, el realismo mágico surgió como manera de reaccionar mediante la palabra a los regímenes dictatoriales de la época establecidos en América latina.
Una vez Gabriel García Márquez dijo: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. También el lenguaje era una dificultad de fondo porque la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino porque la forma en que se diga". Eso es lo que hace Gabriel García Márquez, le da verosimilitud a lo fantástico contándolo de una forma especial.
El propio escritor considera cansina su obra principal y prefiere sus narraciones sobre las dictaduras latinoamericanas, “El otoño del patriarca”, o la maravillosa novela corta, “El coronel no tiene quien le escriba”.
Aun así, es fácil reconocer el estilo de García Márquez en todas sus obras, incluso en las que no son de ficción y en su autobiografía. Esta última, que narra las penurias del escritor colombiano durante sus años como periodista e incluye el principio de su amistad con Fidel Castro, contiene personajes de la vida real que aparecen y desaparecen de escena con salidas ocurrentes. Por otro lado, en su novela biográfica sobre los últimos días de Simón Bolívar, una joven es llevada para pasar la noche con el general enfermo pero al estar éste demasiado débil para hacerle el amor, le dijo a ella a la mañana siguiente, que se va tan virgen como llegó, a lo cual ella responde: “nadie es virgen después de una noche con Su Excelencia”.
Gabriel García Márquez murió adinerado y amado, después de pasar sus años sin fama ni riqueza. Aunque no había sido reconocido como un gigante de la literatura, era por todos conocido en la ciudad.
GABRIELA MISTRAL
Gabriela Mistral fue una poetisa, diplomática, feminista y pedagoga chilena. Una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana, fue la primera iberoamericana premiada con el Nobel de Literatura en 1945.
El 12 de diciembre de 1914 obtuvo el primer premio en el concurso de literatura de los «Juegos Florales».

Desde entonces utilizó el seudónimo literario «Gabriela Mistral» en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el francés Frédéric Mistral.
Desempeñó el cargo de inspectora en el “Liceo de Señoritas de La Serena”. Además, como destacada educadora, visitó México, Estados Unidos y Europa estudiando las escuelas y métodos educativos de estos países. Fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico.
La noticia de que había ganado el Nobel la recibió en 1945 en Petrópolis, la ciudad brasileña La motivación para entregarle el premio fue “su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano”.
A finales de 1945 regresó a Estados Unidos por cuarta vez, entonces como cónsul en Los Ángeles y, con el dinero ganado con el premio, se compró una casa en Santa Bárbara. Fue allí donde al año siguiente escribió gran parte de “Lagar I”, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, y que sería publicado en Chile en 1954.
Gracias a la siguiente fuente de información (http://www.modernismo98y14.com/obras-estilos-mistral.html), sabemos que es habitual en toda gran poetisa, los libros de Gabriela Mistral son reflejo de sus circunstancias vitales. Su difícil infancia, llena de penurias económicas; su formación autodidacta en los aislados destinos del Chile rural en los que estuvo tantos años como profesora; los sucesivos desengaños amorosos, su feminismo militante, su lucha contra las dictaduras …
La obra de Gabriela Mistral refleja su temperamento sincero, rebelde y sensible. Creyó en la educación, en la protección de la infancia, las razas perseguidas y las mujeres. Se distinguió por promover la justicia social para los humildes, demostrando que la tarea principal de los intelectuales es la contribución a la construcción de una sociedad mejor y más justa.
Las características de su obra dependen de la época. La primera etapa de la obra poética de Gabriela Mistral puede enmarcarse en el modernismo, sobre todo influenciada por Amado Nervo y Frédéric Mistral. También puede descubrirse en sus textos influencias de los escritos más coloquiales de Rubén Darío. Esa búsqueda de la belleza pura era una reacción defensiva contra el ambiente hostil en el que se movió durante su juventud en Chile. La autenticidad e idealismo de Gabriela Mistral se descubrió cuando se negó a aceptar un prólogo del famoso escritor Paul Valéry para una antología de sus versos traducida al francés a causa de sus diferencias ideológicas.
CONCLUSIÓN.
Dentro de la literatura universal del siglo XX, la latinoamericana tuvo una gran influencia: sus estilos y objetivos se expandieron por todo el mundo. Todo comenzó a principios del siglo XX con el deseo de Rubén Darío por transformar el estilo. Ese es el primer paso para cambiar la sociedad mediante la literatura. Por ello, creemos que el modernismo (1895-1925) fue un movimiento fundamental para que sucediese el “Boom hispanoamericano”. Este fue el auge de la narrativa hispanoamericana que surgió entre los años 1960-1970 y fue promovida por varios escritores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Jorge Luis Borges. Estos autores buscaban nuevas formas para poder reflejar la situación en su país y provocar un cambio en la literatura.
La situación política y social en Latinoamérica era muy desigual y estaba dirigida mayormente por dictadores. Este hecho fue fundamental en el ímpetu de cambio que tuvieron estos escritores. Nosotros creemos que la transformación social que vivió este continente durante el siglo XX hizo evolucionar la literatura. A principios del siglo XIX, en la sociedad había muchas diferencias entre las diferentes clases sociales. Además, no había desarrollo económico. No obstante, a final del siglo había más igualdad y la mayoría de los países eran democráticos. Este cambio tuvo gran influencia en la literatura, porque la gran parte de escritores que usaban la literatura para cambiar la sociedad se unieron a diferentes partidos políticos para poder llevar el cambio adelante. Asimismo, el objetivo de la literatura tuvo una gran transformación a medida de que la situación en Europa se iba calmando. Cuando las dos guerras mundiales y la guerra fría se terminaron, la situación se calmó y los países latinoamericanos empezaron a emerger económicamente y, a la vez, dejaron atrás la literatura existencialista o el realismo mágico para dar paso a transmitir tradiciones e ideales del continente, empleando elementos como las tribus, las costumbres, etc...
Como bien hemos mencionado anteriormente, nos apoyamos en la tesis de Rafael Gutiérrez. Antes del Boom latinoamericano la situación era muy inestable y había una gran tensión política entre los años 1960-1970. Se considera la obra Rayuela de Julio Cortázar como unas de las primeras obras del boom “¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.” En el estilo tratan el tiempo de una manera no lineal y suelen utilizar más que una voz narrativa, empleando también nuevas palabras o frases. En este fragmento podemos apreciar como Julio Cortázar utiliza nuevo léxico y cómo muestra su crítica, por ejemplo en “que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse”, hace crítica a la gente que es muy cabezota y que muestra poca holgura en sus razonamientos, ya que tienen las ideas muy claras.
Tanto Gabriel García Márquez como Julio Cortázar renuevan el realismo asumiendo la influencia de la literatura anterior. Con el fin de enriquecer sus obras y remarcar su origen recuperan géneros tradicionales de Latinoamérica con la que también reflejan la esencia de sus respectivos países. Con esto último, quieren provocar en el lector que valoren cuáles son sus orígenes, el pasado, y que lo comparen con el presente, para así darse cuenta de la terrible situación que están viviendo, la que les lleva a ir para atrás en vez de evolucionar.
Nuevos movimientos como el realismo mágico, estilo que emplea supersticiones y leyendas que conviven con hechos reales, para así poder reflejar los conflictos de la realidad. El conflicto existencialista se aprecia en todas las obras de los autores del “Boom”, todos veían la literatura como reflejo y herramienta de cambio para cambiar la situación.
La mayor parte de América del Sur estaba dividida en colonias gobernadas, mayormente, por España y Portugal. Por lo tanto, la mayor parte de América del Sur estuvo durante tiempo unida a la monarquía española. Durante todo el siglo XX, la mayor parte de países hispanoamericanos sufrieron regímenes autoritarios y dictatoriales, revolucionarios provocando inestabilidad. En cuanto a la economía y situación política podemos encontrar una situación de pobreza en una parte de la población y, en cuanto a la situación política y social, repercute en la creación artística, que se compromete con la realidad que le rodea.
Gracias al impacto que tuvo el reflejo de la realidad en la sociedad latinoamericana en los años 70, las obras se extendieron a Europa, porque los escritores habían conseguido con madurez criticar y representar la situación real. Esto unido a la diferencia entre el capitalismo y el comunismo y a la división que había en Europa, hizo que los lectores europeos vieran la paz y el cambio como el camino. Esto convirtió a la literatura europea en vía de libertad y expresión.
Para entender la influencia que ha tenido Gabriel García Márquez y sus obras en la sociedad colombiana y la literatura latinoamericana, hemos tenido el testimonio del lector del colegio Jesuitas San Juan de Pasto que está ubicado en Colombia. Él nos ha dicho que leer las obras de Gabriel García Márquez le ha ayudado a leerse a sí mismo. También ha valorado las obras de este escritor colombiano muy buenas y nos ha explicado que las obras buenas ayudan en la transformación social.
Gracias a la información que hemos podido tener de las personas de Colombia, hemos podido saber que Gabriela Mistral logró, a través de su gran talento, destacar en un mundo literario dominado por hombres. Asimismo, consiguió que la sociedad reaccionara frente al machismo, reflejando la situación que había. Esto es algo de admirar porque gracias a ello, ha conseguido que el papel de la mujer en Sudamérica no esté bajo el mandato del hombre y puedan expresarse libremente.


En conclusión, nosotros hemos evolucionado individualmente porque nos hemos dado cuenta de cómo la literatura latinoamericana ha evolucionado mucho influido por el contexto histórico del siglo XX. Aunque la sociedad también ha mejorado gracias a que se ha dado cuenta de la mala situación en la que vivían, todavía queda mucho que hacer en aquella parte tan lejana del mundo. Hoy en día, diferentes escritores siguen reflejando la situación social, la pobreza, las desigualdades, las injusticias empleando elementos cercanos a los habitantes de este continente, como pueden ser las tribus, las favelas, la violencia… En el proceso de desarrollo de estos países, estos temas van a ir ganando peso porque van a ser indispensables para poder evolucionar al ritmo global, tanto en el aspecto económico y social, como en la literatura.
Nosotros vivimos en Durango, un pueblo que no tiene nada que ver con Latinoamérica. Somos totalmente diferentes en muchos aspectos como la educación, literatura, sociedad y economía. Desde nuestro punto de vista, después de hacer este trabajo, hemos descubierto que la clave de la evolución social está en la educación. Esta es una herramienta con la que se puede pasar de la evolución individual a la social. A través de la educación, se nos transmiten los diferentes estilos, generaciones, temas y situaciones que existían anteriormente. Si la educación nos transmite los conocimientos necesarios para valorar los aspectos útiles de generaciones anteriores, podemos elegir y utilizar las características apropiadas. De tal manera que empieza nuestra transformación individual, ya que al experimentar la situación actual que vivimos, podemos aplicar las singularidades beneficiosas a nuestros favor.
Gracias a todos los escritores, tenemos la oportunidad de poder reflejar nuestra realidad. Poco a poco, si todos los habitantes aportaran su visión de la vida, conseguiríamos construir una sociedad mucho más unida y compacta. A través de todo esto podemos transformarnos a nosotros mismos y así empezar la transformación social en busca de una sociedad nueva.

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